Yo creo que tras lo que corremos, (corren), es más bien tras el certificado de buen sujeto moderno, que cumple con su obligación, y procura estar al día. Brrrrrrr.
Señor Sosa, diga la verdad: usted es capaz de colgar guindas a las seis de la mañana porque antes se ha tomado el aguardiente, ¿no? Madre mía, qué forma de madrugar incluso el día del señor.
Nada que objetar con la primera frase. Con la segunda, creo, que en el cielo, hablo de la atmosfera naturalmente, debe de estar todo ya aclarado fisica y quimicamente. Saludos Cristina
Pues en mi barrio el chandal era el uniforme oficial para bajar a comprar el Marca y echarse un trago en la taberna de la esquina.
En cuanto a lo del cielo, dele usted tiempo y nuestros voraces sectores mercantiles hallarán la forma de esponsorizar las nubes, proyectando sobre ellas entrañable anuncios de compresas.
El blog sirve para descargar en él ocurrencias y darlas al aire, al éter, a la red, al universo, cualquiera sabe a quién. En ese espacio enigmático caen como semillas y son por ello aptas para germinar, a la búsqueda como están de la fecundación. Lo importante es la descarga, la liberación de la presión de los propios pensamientos. El blog tiene una función depurativa, acaso parecida a la del laxante.Aquí, en este blog, que nace al hilo de mi campaña electoral como aspirante a ocupar un escaño en el Parlamento europeo, no voy a hablar de política.
Quien quiera saber lo que pienso tiene ocasiones de leerlo en la página de UPyD, partido político por el que me presento, un lugar donde se da cumplida noticia de mis intervenciones públicas, conferencias, entrevistas y demás. También tengo la esperanza de que, al menos algunos periódicos nacionales y regionales y otros medios de comunicación, acojan mis manifestaciones.
Por estas razones, el espacio del blog lo reservo para otro fin. En él voy a comentar sucedidos de la vida cotidiana con espíritu festivo y burlón y hacer de ellos broma inofensiva, puro donaire, aunque el fondo del asunto a veces sea serio y obligue al lector a pensar por breves segundos. Pero, en general, mis líneas aspiran a ser pura burbuja, leve espuma. Estarán más cerca de la chispa que de la llama, serán más pavesa que hoguera. Más rocío que lluvia.
Una especie de ranura por la que se trata de llenar la hucha de la imaginación, por lo que convivirán la libertad con la obstinación en resaltar lo que no se resalta, en dar relieve a la contradicción, en realzar lo que de pintado hay en la sociedad.
También incluiré algunas “guindas en aguardiente” que es un género cercano a la greguería que cultivo desde hace años. Mis guindas son -no podían ser de otra manera- frutos redondos, algo ácidos, que, cuando se les da durante una temporada la compañía del aguardiente, adquieren un sabor rascón, picantillo, caústico, sin dejar por ello de ser al tiempo dulces y convincentes. Aspiran a mezclar lo punzante con lo amable, lo intemperante con lo cortés. Mi guinda pasa bien por la garganta y no daña al estómago.
Es más: actúa de carminativo pues que ayuda a liberarnos de las flatulencias que produce el estereotipo.
Creo que, tras lo dicho, el lector está en condiciones ahora de abrir despacio la botella que representa este blog, degustar las ocurrencias que en él se contengan y aceptar, complacido e indulgente, las cosquillas que perciba
Yo creo que tras lo que corremos, (corren), es más bien tras el certificado de buen sujeto moderno, que cumple con su obligación, y procura estar al día. Brrrrrrr.
ResponderEliminarCuanta razón, viejecita. A esa gente que suda gratis siempre hay que decirle lo mismo: correr es de cobardes.
ResponderEliminarSeñor Sosa, diga la verdad: usted es capaz de colgar guindas a las seis de la mañana porque antes se ha tomado el aguardiente, ¿no? Madre mía, qué forma de madrugar incluso el día del señor.
ResponderEliminarEl profesor Wagner nos hace pensar y reflexionar.
ResponderEliminarNada que objetar con la primera frase. Con la segunda, creo, que en el cielo, hablo de la atmosfera naturalmente, debe de estar todo ya aclarado fisica y quimicamente.
Saludos
Cristina
Pues en mi barrio el chandal era el uniforme oficial para bajar a comprar el Marca y echarse un trago en la taberna de la esquina.
ResponderEliminarEn cuanto a lo del cielo, dele usted tiempo y nuestros voraces sectores mercantiles hallarán la forma de esponsorizar las nubes, proyectando sobre ellas entrañable anuncios de compresas.