lunes, 1 de junio de 2009

Deporte barato

¡Gran deporte el de la montaña, gran deporte el del ascenso a las cumbres o el del simple senderismo! Y bien barato: apenas unas botas, un gorro para el sol, una mochila liviana... Ahí, en su misma elementalidad, se halla su desgracia porque en él no hay grandes inversiones ni más publicidad que la que pudiera encarecer el amor a la desinteresada contemplación de la naturaleza: ¡placer de párvulos! Que por lo mismo no es, nunca ha sido, buen material para el negocio de grandes ceros. ¿Cuántos caminos hay señalizados adecuadamente para el montañero en esta región, en cualquier región de España? Es de ver, y de lamentar, el abandono que se complacen en practicar las Administraciones respecto de su riqueza forestal para fines deportivos, empezando por los propios municipios, insensibles por ignorantes.

Una experiencia gratificadora al menos camina (y nunca mejor empleado el verbo) en dirección contraria. Y es que un grupo de ciudadanos sencillos, los que no tienen acceso a los grandes medios ni alardean de conocimientos peregrinos, son quienes tienen en la sociedad moderna las más felices ocurrencias. Está en marcha (y nunca mejor empleada la expresión) la iniciativa llamada “Eurorando”, que reivindica la unión de los pueblos a través de sus cañadas. Un grupo de caminantes va de acá para allá, utilizando viejas sendas, abandonados senderos, y así en media Europa, aspiran a llegar hasta Estrasburgo empleando la técnica de los relevos, para entregar en el Parlamento un libro de firmas y un manifiesto.

Un país como España está surcado de norte a sur, de este a oeste, por los viejos caminos del ganado trashumante. Pero de la misma forma que hemos destruido gran parte del patrimonio histórico para edificar vulgaridades, de la misma forma que nos cargamos perspectivas bellísimas en beneficio de una especulación inmobiliaria de cortísimas miras (en León nada menos que la catedral, su mayor riqueza, está sepultada para el viajero que llega a cualquiera de los miradores que circundan la ciudad por un rosario de chabacanería), de la misma forma, digo, hemos borrado los antiguos senderos por inservibles, porque ya no encajan en una sociedad de ridículas prisitas, y ante la mirada complaciente o evasiva de las Administraciones públicas que luego gastan millones en crear rutas artificiales o costosas instalaciones deportivas cuando las naturales, las que están ahí legadas por la historia, mudas sí pero deseosas de un mimo, se olvidan y se sepultan entre la indiferencia y la rapiña. Todo ello contrasta con la práctica en otros países europeos donde las autoridades amparan estas muestras del pasado de los benéficos constructores.

¿Quién da más? La vaga emoción literaria y el disfrute del resonante clamor de los bosques, sus frondas, sus selváticas vestimentas: ¡ahí es nada!

5 comentarios:

  1. Profesor

    ¡¡¡ BRAVO!!!
    Eso sí que es un comentario bonito. Y con dos fotos estupendas.
    Solo le han faltado dos cosas;

    -Ponernos algún enlace para entrar en contacto con los de Eurorando.

    - Hablar del Nuevo cerco a Numancia, y de los disparates que quieren construir en su entorno, y en El Soto de Garray.
    (Si no estaba al tanto de ello, puede encontrarlo e Google, buscando "Nuevo cerco a Numancia", y en la web de la UNED.)

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  2. Profesor:

    Sencilamente genial,un articulo estupendo que no necesita más comentarios.
    El senderismo es un deporte tan sano, sencillo, bonito y barato. Deberíamos de apreciarlo, valorarlo y promulgarlo más.
    saludos.
    Cristina

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  3. Que bonito seria peregrinar por toda Europa, con una mochila y una pequeña tienda de campaña y como Usted dice por los senderos y caminos de las montañas. Y al alcanzar una cumbre divisar a lo lejos la siguiente meta, cargada de ambiente azul y valles de ensueño.

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  4. Navegante me ha pedido que ponga un comentario en su nombre. Espero que salga;

    Pîdo a Viejecita me haga este favor de poner este escrito mio, pues yo soy incapaz de escribir en este blog pues cada vez que lo intento me dice que debo abrir uan cuenta y ya renuncio, pero hoy el comenario del profesor es muy interesante y por eso pido este favor a Viejecita:

    España (y mucha gente no lo sabe) tiene un tesoro que no tiene ningun otro pais de nuestro entorno y que son toda la red de Cañadas, Cordeles, veredas y coladas, que se han estado empleando hasta hace unos 50 años (todavia se emplean algunos trozos) en el traslado de ganada desde tiempos inmemoriales.

    En España hay 8 cañadas realles que tiene una anchura de 90 varas (unos 75 metros) y que las podeis ver aqui:
    http://asacsg.iespana.es/vias_pecuarias.htm
    Los cordeles tienen 45 varads de anchura y las veredas y coladas 25 metros de ancho. Toda esta red hace 125.000 kmts de longitud y 425.000 hectareas de extensión.

    ?os haceis una idea de lo que esto significa?
    Aqui podeis tener mas informacion al respecto

    http://es.wikipedia.org/wiki/Ca%C3%B1adas

    Pues a pesar de todo el estado (una vez mas) ha pasado de todo esto y terminaremos de dilapidar otro tesoro que nos lejaron nuestros antepasados, como tratan de hacer en el entorno de Numancia y que ya cita Viejecita.

    Os lo pongo simplemente para que seamos conscientes de otro peligro mas del destrozo que estamos haciendo en España.

    Gracias y saludos/Jose Maria

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  5. Hoy, señor Sosa, su prosa era más normal, más cercana a la de muchos entre los que me incluyo, pero el asunto tratado, me trae el aire con olores a pino y aromáticas de los montes donde he pasado los veranos de mi infancia y juventud. Entonces ya me quejaba de la dejadez por conservar los viejos caminos, de la basura que los propios vecinos dejaban en sus veredas.
    Una de las cosas que me hacen falta en esta vida -fui consciente ya mayor- es ese aire entre pinares, ese silvar del viento entre sus ramas, y las chicharras enfrascadas en su loco concierto en un día de calor. Leyéndole inunda mi memoria ese aire entre pinares, y mil pulmones se llenan de esperanza.

    Buenas noches.

    Nieves Milagros

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